Trajes típicos
Verdaderas obras de arte, los trajes típicos de la mujer estaban compuestos por unos calcetines de lana y pololos hasta la rodilla, sobre los que se asentaba una enagua,
rematada siempre con puntilla, encima la falda o manteo y, sobre ella, el rodao, similar a una capa, que en los días de frío podía usarse también a modo de abrigo.
Y para rematar el conjunto, un pequeño delantal y la faltriquera, la versión del bolso moderno en el siglo XIX, colocada a un lado de la cadera y atada a la cintura. En la parte superior lucían camisa de lino, normalmente bordada en los puños, cuello o pecho y el dengue o gabacha, una especie de pequeña capa que cubría los hombros, se cruzaba en el pecho y después de pasar debajo de los brazos se ataba en la espalda; en su lugar podían ponerse un jubón o justillo, muy parecido a un corsé y un saino, una pieza de tela para la espalda con mangas, ¡como para una prisa! Pero existen pequeñas diferencias en estos trajes, que delataban peculiaridades de la gente. Así, si llevaba pañuelo en la cabeza nos indicaba que era de Sanabria, si cintas, de Carballeda, que llevaba montera y justillo, pues de Villardeciervos.
Contaban de dónde venía o a dónde iba quien lo vestía. Por ejemplo, si era sencillo, sin ningún color y ajado, estábamos de faena si, por el contrario, era de colores alegres, con bordados resultones y pasamanería, a gritos decía que había fiesta o boda; en cambio, si el traje era sobrio, oscuro y acompañado del manto de ventoseno, (manto que le cubría desde la cabeza hasta más abajo de la cintura), indicaba que aquella mujer había enviudado recientemente. Como podéis ver, auténticos libros andantes que evitaban las preguntas, ¿De dónde eres?, ¿Qué haces?, ¿De dónde vienes?, o ¿Qué te pasa?
Por otro lado los hombres, más sencillos en su vestimenta, llevaban pantalones hasta la rodilla con calcetines de lana y polainas, camisa que podía estar bordada y chaleco o chaqueta, rematando la faena con un pañuelo en la cabeza, montera o con sombrero de ala ancha, que dependiendo de la época, podía ser de paja o cuero.